La cinta americana –también conocida como cinta gris- se ha convertido en uno de los productos más versátiles para todo tipo de oficios: desde unir tubos flexibles hasta reparar velas de barco, pasando por todo tipo de trucos caseros.

En las siguientes líneas le contaremos todo lo que necesita saber acerca de su origen. También detallaremos a qué debe su nombre.

¿Por qué la llamamos americana?

Lo cierto es que aunque sea tan versátil que estemos acostumbrados a verla en muchos lugares, su origen se remonta a no hace tanto tiempo… Concretamente, al año 1942 (aunque a España no llegó hasta los 80).

En el marco de la Segunda Guerra Mundial, mientras se libraba una batalla sangrienta, los americanos vieron en esta cinta producida por Johnson & Johnson un aliado para reparar las armas, taponar heridas, etc.

Durante la década de los 80, la empresa Miarco –que comercializaba cintas en España– produjo cinta adhesiva según las características de técnicos americanos que pretendían usarla para fabricar un reactor nuclear en Cofrentes (Valencia). Y en ese momento fue donde se fijó el nombre tal cual la conocemos comúnmente.

Debemos añadir que esta cinta recibes múltiples nombres: cinta gris, cinta plateada, cinta multipropósito…

Cinta americana: características generales

Si bien es cierto que acostumbramos a verla en color gris, puede fabricarse en otros colores también. En Improtec disponemos de ella en gris y negro.

Para conseguir todas sus cualidades, está formada por tres capas. En la parte inferior, una cubierta de pegamento a base de goma. En el medio, tela. Y en la zona superior polietileno.

Durante los 6 primeros meses a partir de su fabricación, el rendimiento está 100% garantizado. Pero hay que tener en cuenta que debe mantenerse en su embalaje original y en un ambiente seco.

En Improtec somos especialistas en cintas adhesivas, incluida la cinta americana.

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