El foam es un material elaborado a base de polietileno con textura espumada.

Debido a sus múltiples beneficios, se emplea en sectores tan diversos como la construcción, el sector alimenticio, la juguetería, etc. Y en cada uno de ellos tiene una aplicación diferente.

Pero hoy le hablaremos de sus ventajas en el contexto del sector que nos ocupa: el embalaje. ¿Por qué es bueno incorporarlo en nuestro empaquetado? En las siguientes líneas ampliamos información sobre este tema.

Foam, imprescindible en su embalaje

La misión principal del foam es proteger sus productos íntegramente desde su embalaje hasta la recepción del destinatario final.

Gracias al foam evitamos:

  • Roturas de producto
  • Arañazos y otros defectos estéticos
  • Corrupción de los artículos por humedad, temperatura y otros agentes externos

Así, su acción aislante es especialmente útil en el caso de artículos frágiles, alimentos o productos farmacéuticos que sean especialmente sensibles a los cambios de temperatura.

Cabe destacar que también ofrece aislamiento a nivel acústico.

Además, no es abrasivo ni corrosivo. Más bien, se trata de un material acolchado que protege incluso a piezas de materiales tan delicados como el cristal.

En Improtec disponemos de rollos de foam en diferentes medidas para que lo ajuste a su embalaje particular de la forma que mejor le vaya. (Consulte nuestros productos de foam en la web).

Para acabar, no queremos obviar uno de los aspectos más importantes: se trata de un material reciclable al 100%. Con esto en mente, mejoran las propiedades de sus envíos a la vez que muestra concienciación por el medioambiente, lo cual es muy valorable para sus clientes.

Contacte con Improtec para solicitar más información acerca de nuestros rollos de foam, sus cualidades técnicas, cualidades y otros sistemas de embalaje. Responderemos a su solicitud de la forma más satisfactoria para usted.